lunes, 9 de diciembre de 2013

Características emocionales del autismo

El autismo es un trastorno de desarrollo que implica déficits sociales, cognitivos y emocionales en el cerebro. Puede variar en severidad de leve a debilitante e incluye un espectro de trastornos relacionados, como el TDAH y el síndrome de Asperger. Las personas autistas tienen dificultad para procesar las emociones, por lo que pueden aparecer reacciones emocionales anormales a diferentes estímulos.











Ansiedad y miedo

Debido a una mayor sensibilidad al sonido, tacto y otros estímulos sensoriales, las personas con autismo son más propensas a mostrar niveles anormales de temor de cosas que la gente neurotípica encuentran no amenazantes. El sonido de una alarma de humo, por ejemplo -una pequeña molestia para la mayoría-, puede causar a un niño autista a taparse los oídos y llorar o salir corriendo con miedo. Las personas con trastornos del espectro autista son más propensos a sufrir de fobias específicas y sociales que sus pares neurotípicos. Según Springerlink.com, los niños autistas son más propensos a tener fobias médicas y basadas en situaciones que otros sujetos de edad similar, y sus fobias están más estrechamente relacionadas con los problemas de comportamiento específicos que los de los niños neurotípicos.

Déficits sociales

Uno de los rasgos definitorios del autismo es la incapacidad para desarrollar habilidades sociales adecuadas. Este síntoma aparece tener raíces en las partes del cerebro responsables de las emociones. Según Dawn Neumann, Ph.D, la incapacidad para comprender de forma automática el estado emocional de otra persona sobre la base de las expresiones faciales, tono de voz y el lenguaje corporal puede contribuir a los déficits sociales observados en el autismo, al igual que la timidez que a menudo caracteriza la enfermedad.


Inestabilidad emocional

Las personas autistas suelen mostrar signos de inestabilidad emocional, como el llanto no provocado, rabietas y cambios de humor drásticos. Estas explosiones pueden ser causadas ​​por la confusión de las situaciones sociales o por estímulos sensoriales que inundan el cerebro. Con frecuencia, las personas con TEA experimentan frustración con su incapacidad para articular sentimientos y deseos, lo que puede conducir a colapsos y explosiones no provocadas. Los sentimientos de aburrimiento y de menor estimulación también pueden conducir a la ruptura emocional en algunos casos.

Depresión

La depresión es una comorbilidad frecuente en las personas con autismo. De acuerdo con Autism: The International Journal of Research and Practice, las personas autistas tienen un mayor riesgo de depresión y otros trastornos del estado de ánimo que la población general. Los síntomas de depresión incluyen falta de energía, pérdida de interés en sus aficiones, sentimientos de desesperanza y baja autoestima. La depresión tiene factores fisiológicos y ambientales. Las personas con trastornos del espectro autista pueden experimentar depresión como resultado del rechazo de sus compañeros, intentos fallidos en las amistades y las frustraciones que vienen con la comunicación y las dificultades sociales.



Evitando emociones negativas

Porque el autismo puede causar sobrecarga sensorial, es importante ayudar a las personas afectadas a que sientan que tienen un sentido de control sobre su entorno inmediato. Evita situaciones en las que puedan estar presentes los ruidos fuertes, olores fuertes y otros estímulos sensoriales potencialmente abrumadores, y practica las técnicas de reducción del estrés tales como la respiración profunda para tratar con ellas cuando ocurran. Fomentar una sana comunicación y empatía de enseñanza puede ayudar a las personas autistas a comprender mejor sus propios sentimientos y las emociones de los demás. Practica conductas sociales adecuadas y enfócate en la construcción de la autoestima en base a las fortalezas y talentos individuales.












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